La mayoría de los emprendimientos nace de manera informal, en cuanto a lo que se refiere a aspectos impositivos o marcos societarios.
La excusa perfecta es que al ser un emprendimiento vamos a seguir así hasta que el mismo comience a ser rentable y pueda consolidarse, cuando en realidad la mayoría de los casos demuestra que no se encuadra al emprendimiento de manera formal hasta que se recibe alguna notificación o sanción.
Lo adecuado es partir con un emprendimiento que al menos en su etapa de planificación tenga en cuenta todos éstos aspectos. Si el emprendimiento sólo es rentable trabajando de manera informal, definitivamente hay algo que debemos cambiar, inclusive el emprendimiento.
En la República Argentina contamos con la posibilidad de comenzar nuestro negocio encuadrándolo como trabajador independiente, inscribiéndonos en el régimen general o en el monotributo.
Éstas son dos opciones a tener en cuenta cuando la envergadura de nuestro empredimiento no es compleja, en caso de necesitar socios, inversiones de gran cuantía, y/o que implique actividades de riesgo y responsabilidad, la mejor opción es separar el patrimonio personal del destinado para el proyecto, en éste caso se debe conformar una sociedad comercial.
Darse de alta en la modalidad unipersonal, responsable inscripto (régimen general) o monotributista, es una manera sencilla, rápida y económica de arrancar un emprendimiento. Esta modalidad nos permite contratar empleados (previa alta como empleador en la AFIP), tener en cuanta el pago de las cargas sociales del personal a cargo. También podemos contratar servicios de otras empresas u otros trabajadores independientes.
La principal desventaja que tiene la modalidad unipersonal es que cuenta con responsabilidad ilimitada, lo cual implica que el emprendedor deberá responder con su patrimonio personal en caso de no poder afrontar deudas con los activos del negocio.
Hoy en día si deseamos trabajar como proveedores de empresas, estar inscriptos es una condición necesaria, ya que para poder facturar y cobrar los productos y servicios debemos estar inscriptos en los tres niveles: Nacional, Provincial y Municipal.
Recomendamos a los emprendedores que al momento de planificar el emprendimiento consulten a un profesional contable para la parte impositiva y a un abogado para la parte legal.
Vamos a continuar profundizando en éstos temas, principalmente comparando los tipos societarios, con sus ventajas y desventajas.
"TU NEGOCIO PROPIO" - CLARIN PYMES - M. L. LECUONA Y DANILA TERRAGNO
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